Hoy le damos la bienvenida a una colaboradora de altura: Nuria Belenguer. Ella se pasa media vida en el aire, es responsable de relaciones internacionales SMC-UGT y miembro del comité ejecutivo de mujeres de la Federación Internacional del Transporte. Nuria nos guiará por la gastronomía de los países que visite. Os dejamos con el primer capítulo de nuestra Cicerone gastronómica.
Viaje gastronómico a Viena (Austria): La tarta Sacher y el Schnitzel
¿Quién no ha probado alguna vez esa deliciosa tarta vienesa conocida como Sacher? Seguro que la mayoría de los paladares la han degustado o al menos saben de qué se trata.
Viena es conocida por sus impresioantes edificios, por su pasado glorioso y por su tarta Sacher. Cuentan que La tarta Sacher se preparó por primera vez en el año 1832 por el ayudante de cocina Franz Sacher, que la elaboró para sorprender al príncipe Klemens Wenzel Lothar von Metternich. Una tarta que finalmente acabaría siendo parte de la historia de esta ciudad. La original tarta Sacher se compone de dos mitades de bizcocho de chocolate, y en el medio de los bizcochos una capa de mermelada de albaricoque, y se cubre la tarta con una capa de un glaseado de chocolate intenso. Y como no me quiero perder esa historia, me dirijo en esta tarde fría pero con un cielo azul despejado a uno de los sitios emblemáticos para degustarla: Demel.
En el 14 de la calle Kolhmark se encuentra este rococó local donde pedir un café vienes acompanado de la tarta Sacher. Uno de esos sitios con “solera”, de lámparas elegantes y acogedoras maderas oscuras con 200 años de antigüedad. Si cierro los ojos casi puedo escuchar esa Viena de damas y caballeros de la alta aristocracia y burguesía vienesa.
Los 10 minutos de espera bien mercen la pena. El café es delicioso y la tarta Sacher también.
Austria tiene entre sus especialidades gastronómicas otra conocida a nivel mundial: el Wiener Schnitzel. Lo que nosotros llamamos un filete empanado. Pero aquí, claro le dan el toque y la gracia especial.
Es la hora de la cena y una de las mejores maneras de disfrutar de la gastronomía vienesa es acudir a los tradicionales Heurigen, locales rústicos emplazados en medio de los bosques -especialmente en temporada estival- donde se pueden degustar especialidades típicas acompañadas de un buen vaso de vino de cosecha joven, mientras se escucha música vienesa en vivo. Como estoy lejos del bosque y apenas dispongo de 24 horas en esta maravillosa ciudad, me voy a probar el Schnitzel a Schnitzelwirt. Mi Schnitzel es tan grande como la tapa de un retrete (así parece ser que es como manda la tradición) y como no me lo puedo acabar me lo preparan para llevar.
He cumplido con la historia y con la gastronomia Vienesa. Mi paladar está satisfecho, mis ojos y oidos se deleitan en la ópera y el cielo vienés me regala cientos de estrellas.
Por Nuria Belenguer, Cicerone Gastronómica Gourmet.
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