Todo lo que debes saber sobre los fiambres y embutidos

Como el resto de las carnes, embutidos y fiambres, son alimentos ricos en proteínas de gran calidad, ya que contienen todos los aminoácidos que el organismo necesita y que además son fácilmente asimilables. También contienen multitud de vitaminas, como las del grupo B y minerales como el hierro, el cinc, el fósforo o el potasio. En el lado negativo de la balanza, su contenido en grasas saturadas puede ser considerable, en alguno de ellos, por lo que si los consumimos en exceso pueden perjudicar nuestra línea y aumentar el colesterol malo, perjudicando nuestro sistema cardiovascular.

Pero, ni mucho menos, todos los embutidos o fiambres deben estar limitados ya que, cada vez más, se fabrican con carnes magras saludables como la del pavo o el pollo. Para que no tengas ninguna duda a la hora de distinguirlos y sepas cuánto, cómo y cuándo podemos comerlos, vamos a conocer un poco más de todos ellos, clasificándolos desde los más sanos y ligeros a los más grasos y que, por tanto, deberíamos consumir en ocasiones especiales.

Ligeros y cardiosaludables

Entre los más ligeros y cardiosaludables encontramos el fiambre de pavo, el de pollo o el jamón serrano. Con tan solo un 3% de grasas, son nuestros mejores aliados para llevar una alimentación sana, nutritiva y equilibrada. Por ello, pueden ser consumidos de forma habitual. Tanto el fiambre de pavo como el de pollo tienen además un suave sabor que los hace idóneos para toda la familia. El mejor ejemplo de este grupo de embutidos son las salchichas saludables de la Cuina. Elaboradas con pollo o pavo y con aceite de oliva, responden al nuevo concepto de nuestra empresa: cuidar a nuestros clientes con productos más sanos, más modernos y de mayor calidad. Una deliciosa receta que no contiene lactosa, con un 25% menos de sal y un 30% menos de grasas.

Y, contra lo que muchos pudieran pensar, el jamón serrano también es un alimento saludable y con unas propiedades nutricionales muy interesantes y que muy pocos conocen. Si les quitamos el tocino (la grasa visible) y mejor todavía, si es de cerdo ibérico, tiene una gran proporción de los llamados ácidos grasos monoinsaturados, fundamentalmente el ácido oleico. Se trata de una grasa cardiosaludable, similar a la del aceite de oliva y que, por tanto, puedes consumir de forma habitual.

En este ranking de embutidos y fiambres saludables, después del jamón serrano, encontramos el lomo embuchado. Tiene algo más de grasa pero propiedades similares que, igualmente, se acrecientan si está fabricado con carne de cerdo ibérico. Obviamente, si quieres perder peso no deberías abusar de este producto pero, una o dos veces a la semana, puedes incluirlo en tu dieta sin ningún problema.

Embutidos grasos, de consumo ocasional

Y en el último puesto encontramos embutidos como el chorizo, el salchichón o la sobrasada que llegan a tener hasta un 60% de grasa, fundamentalmente saturada. Por ello, aunque no tenemos que renunciar al placer de comerlos, deberíamos dejarlos para momentos especiales y tomarlos en cantidades moderadas. Y si eres un fan incondicional de este último tipo de embutido, también puedes optar por las múltiples variedades elaboradas con pavo o con pollo y que tienen un sabor muy similar al de los embutidos tradicionales. Por ejemplo, si tu dietista te ha prohibido el jamón cocido, puedes sustituirlo por cualquiera de estos exquisitos y saludables fiambres de la Cuina: la Pechuga de Pollo Braseada, el Fiambre de Pavo con Pistachos o el Fiambre de Ibérico de Jabalí a la Trufa harán que te chupes los dedos al tiempo que cuidas tu salud y mantienes el peso a raya.

Y por último, otro aspecto importante a la hora de decantarte por un embutido u otro es, precisamente, en qué está embutido. Es decir, con qué está fabricado el “contenedor” de todos los ingredientes que se mezclan en estos alimentos. Sin duda te recomendamos aquellos que están elaborados con tripas naturales que normalmente provienen del intestino de cerdos, vacas, ovejas y cabras. No interfieren con los sabores del interior, mantienen el embutido más jugoso y además son comestibles.