Decálogo para mantener tu salud y peso a raya estas navidades

Una vez más la Navidad llega cargada de regalos, buenas intenciones, compras, familia y una preocupación que se repite año tras año: ¿conseguiré ganar la batalla a la báscula, a pesar de los atracones? Nosotros te aseguramos que, si quieres, puedes. Que mantener tu peso es compatible con unas fiestas divertidas y deliciosas y que, llevando un equilibrio entre celebraciones con comidas copiosas, días de alimentación saludable y ejercicio moderado, mantener la línea es posible. Los diez consejos que te ofrecemos a continuación te pueden ser de gran ayuda para conseguirlo:

Comienza con aperitivos saludables

Si el menú ya va a ser pesado, no es necesario que los entrantes también lo sean. Hay infinidad de aperitivos ligeros y deliciosos, como los encurtidos, los moluscos, brochetas en las que combines frutas con queso, jamón o salmón, verduras crudas con humus o guacamole. Una opción muy saludable es sustituir las tradicionales patatas fritas por chips de lentejas o garbanzos. Otro truco es no picar del centro de la mesa. Si te sirves en un plato los aperitivos podrás controlar mucho mejor la cantidad que comes.

Frutas, verduras y hortalizas no deben faltar en tus menús

No solo nos aportan vitaminas, antioxidantes y fibra, sino que además nos sacian, ayudándonos a reducir la ingesta de aquellos productos que tienen más grasas o hidratos de carbono simples. Por tanto, es conveniente que los platos se elaboren de manera equilibrada y que siempre contengan ensaladas y verduras, ricas en enzimas y facilitadoras de la digestión.

Disfruta conscientemente de la comida

Tómate tu tiempo para disfrutar de cada bocado. Aunque en estas comidas familiares puede ser casi misión imposible, intenta no distraerte y deléitate con la textura, el sabor o el aroma de aquello que estás degustando. Así comerás mucho más despacio, te saciarás antes y lo que todavía es más importante, disfrutarás mucho más. Si sigues este consejo te será mucho más fácil no repetir, uno de las costumbres más perjudiciales para nuestra línea.

No te saltes comidas

Pegarte el gran atracón y luego estar 24 horas sin comer, para compensar, no es una buena idea. Por una parte, nuestro cuerpo, que es muy inteligente, responderá al ayuno aumentando nuestras reservas (en grasa corporal) y por otra, llegarás al siguiente “banquete” muerto de hambre, por lo que comerás mucho más. Es más aconsejable que, si quieres compensar algún exceso, hagas comidas ligeras a base de frutas, ensaladas o zumos.

Cuidado con las grasas

Obviamente, prescindir completamente de las grasas en los menús navideños no es tarea fácil, pero lo que sí podemos conseguir es sustituir las grasas saturadas (como las mantecas o las mantequillas) por aquellas instauradas y mucho más sanas (como aceite de oliva, frutos secos o pescados). En cualquier caso, las grasas saturadas, como los embutidos, los quesos grasoso o la mantequilla no deberían superar el 7% del contenido total de tu menú.

No abuses de la sal

Más allá de aumentar el riesgo de hipertensión, provoca retención de líquidos. Para no restar sabor a los menús navideños, puedes añadir a tus platos especias o hierbas aromáticas. La sal sin sodio puede ser otra opción y no olvides que si algo no debería ser protagonista en tu mesa estos días son los platos precocinados, en conserva o enlatados, pues tienen un alto contenido en sal.

Consumo moderado de alcohol

Aunque sabemos que prescindir totalmente del alcohol en Navidad no es una opción, lo que sí podemos y deberíamos hace es controlar la cantidad que ingerimos. Recuerda que el alcohol es el mejor ejemplo de calorías vacías y es determinante a la hora de ganar más de un kilo estas Navidades. Al igual que con la comida, intenta disfrutar tranquilamente cada sorbo y te será mucho más fácil reducir es consumo incontrolado que tan característico es de estas fiestas.

8 Dulces con moderación

El dulce es, sin duda, es uno de los grandes protagonistas de las Navidades. Por tanto, no te vamos a pedir que prescindas de ellos, pero sí que moderes su consumo y, a ser posible, que optes por aquellos que tengan una mayor proporción de frutos secos. Un ejemplo es el turrón con un porcentaje mínimo de un 60% de almendra. En contra de lo que pudiera parecer, por su alto aporte calórico, el perfil lipídico es mucho más saludable, ya que contiene ente un 80 y un 90% de grasas instauradas, las llamadas grasas buenas.

Bebe abundante líquido

Obviamente no nos referimos al alcohol… Fundamentalmente deberás hidratarte con agua. Todas las comidas deberían estar acompañadas de este líquido elemento, pues nos ayuda a disminuir la ansiedad por la comida, hidrata nuestro organismo y mejora el tránsito intestinal. Sería aconsejable que bebieras entre seis y ocho vasos de agua diarios.

El ejercicio físico es más importante que nunca

No solo te ayudará a quemar esas calorías de más, sino que también facilitará tu digestión. Si ya eres deportista habitual, continua con el ejercicio que practiques, pero, si no eres precisamente un forofo del deporte, no pretendas batir récords en estos días para compensar los atracones. Caminar una hora al día, a un ritmo ligero, es lo más recomendable. Recuerda que la Organización Mundial de la Salud recomienda practicar al menos entre treinta y sesenta minutos diarios de ejercicio físico y/o caminar cinco mil pasos al día, para mantenerse en forma y saludable.

Y un consejo extra: si no quieres equivocarte, escucha a tu cuerpo. Tu metabolismo es sabio y si le prestas atención, recibirás con claridad las señales ciertas de hambre y saciedad. Y recuerda, el placer de una buena comida no está reñido con el equilibrio y la moderación.