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Cuatro deliciosos guisos que nos alimentan y reconfortan en invierno

Con los precios de la energía disparados, controlar el uso de la calefacción, sin que las bajas temperaturas causen estragos en nuestra salud, se está convirtiendo en todo un arte. Pero, para llevar a cabo tan ardua tarea, contamos con unos grandes aliados en forma de tradicionales recetas: los guisos de invierno. Nos nutren, nos deleitan y nos reconfortan, manteniendo nuestra temperatura corporal en los niveles deseados. Nosotros hoy os proponemos cuatro de ellos, pero existen infinidad de elaboraciones que harán mucho más llevadera y sabrosa esta fría estación invernal.

Crema de calabaza a la sidra

De unos años a esta parte la crema de calabaza se ha convertido en uno de los grandes clásicos de los recetarios de invierno. Sana, económica y fácil de preparar, gusta a grandes y pequeños y es una sencilla forma de introducir las verduras a los más reacios. Hoy os invitamos a probar esta particular receta de crema de calabaza que, a todos los beneficios de la clásica, añade la fibra, las proteínas y las grasas saludables de los frutos secos.

Ingredientes: 500 g de calabaza; un nabo; una patata; una cebolla dulce; 20 g de jengibre; 200 ml de sidra; 250 ml de caldo de verduras; un puñado de avellanas; un manojo de rúcula; una hoja de laurel; aceite de oliva virgen extra; comino; cúrcuma; pimienta y sal.

Elaboración: pelamos y picamos la cebolla dulce. Troceamos en cubos la calabaza, el nabo y la patata pelados. Cubrimos el fondo de una olla con una fina capa de aceite de oliva virgen extra (AOVE) y pochamos la cebolla a fuego lento hasta que esté trasparente. Añadimos el jengibre pelado y picado y dejamos que se sofría un minuto.

Agregamos la calabaza, el nabo y la patata, salpimentamos y aderezamos con comino y cúrcuma. Cubrimos con la sidra y dejamos cocer 3 minutos. Añadimos el caldo y una hoja de laurel y dejamos cocer a fuego medio-bajo durante unos 20 minutos. Retiramos el laurel y trituramos en la batidora. Añadimos más o menos líquido según el gusto. Corregimos de sal y añadimos un poco más de pimienta recién molida. Pelamos unas avellanas, tostamos ligeramente en una sartén sin engrasar y picamos en trozos grandes. Emplatamos la crema en cuencos individuales y añadimos unas hojas de rúcula y trocitos de avellana.

Marmitako de salmón

El marmitako es sin duda una de las recetas estrella de los inviernos en el País Vasco, pero nosotros os proponemos hoy sustituir el atún de la elaboración original por salmón.

Ingredientes: 250 gr de salmón fresco; una cebolla; tres patatas medianas; un pimiento verde; 250 g de tomate triturado; dos dientes de ajo, pimentón dulce; AOVE; una ramita de perejil; 500 ml de caldo de pescado; sal.

Elaboración: Cortamos el lomo de salmón en dados grandes de similar tamaño. A continuación cortamos la cebolla y la picamos finamente. Hacemos lo mismo con el pimiento verde y el ajo. Ponemos el aceite a calentar en una olla y cuando haya tomado temperatura añadimos la cebolla, el pimiento, el ajo y el tomate triturado. Sofreímos a fuego bajo durante diez minutos y comprobamos que las hortalizas estén pochadas (tiernas pero no deshechas).

Añadimos el pimentón, removemos e incorporamos las patatas que habremos cortado rompiéndolas o chascándolas con el cuchillo. Las rehogamos durante cuatro minutos y vertemos el caldo. Dejamos cocer durante 20 minutos a fuego medio. Pasado este tiempo añadimos los tacos de salmón y cocemos sin remover otros cuatro minutos. Rectificamos de sal y espolvoreamos con perejil picado. Es importante servir rápidamente nuestro marmitako para que el pescado no siga cociendo en el guiso y se pase.

Lentejas

Ni más ni menos, simplemente lentejas. Y es que nunca hay que dejar de reivindicar el protagonismo de este tradicional plato de la gastronomía española, fuente inagotable de hierro, fibra y proteínas. Podemos hacerlas con embutido, con carne o “viudas”, pero este humilde guiso siempre nos reconfortará en los días más fríos del invierno. Nosotros hoy os proponemos la versión más sana: el guiso de lentejas viudas (sin carne).

Ingredientes: 250 g de lentejas; un ajo; una cebolla; una zanahoria; un pimiento verde; un puerro; una patata grande; AOVE; pimentón dulce; 200 ml de salsa de tomate; una hoja de laurel; agua; sal y pimienta.

Elaboración: picamos en trozos menudos el ajo, la cebolla, la zanahoria, el pimiento verde y el puerro. Disponemos un poco de AOVE cubriendo el fondo de una cacerola y añadimos las verduras, que sofreiremos a fuego bajo durante unos cinco minutos. Sazonamos ligeramente, agregamos la salsa de tomate y cocemos otros tres minutos.

Añadimos las lentejas, la hoja de laurel y las patatas (cascadas con un cuchillo) y cocemos durante un par de minutos. Cubrimos con abundante agua fría y cocemos tapadas entre 40 y 50 minutos o hasta que estén tiernas. Si vemos que nos estamos quedando sin caldo podemos añadir agua mientras se están cociendo.

Aprovechamos los últimos minutos de cocción para calentar un chorro de AOVE en una sartén. Añadimos el pimentón y retiramos inmediatamente del fuego para que no se queme. Incorporamos a la cacerola con las lentejas, removemos y cocemos cinco minutos más. Servimos bien calientes. Nuestro consejo es que las prepares el día anterior a comerlas pues estarán mucho más sabrosas.

Sopa minestrone

Del más tradicional guiso de la cocina española pasamos a la reina de las recetas italianas de invierno. Una forma deliciosa de comer la pasta, tan adorada por los más pequeños, que seguro incorporaréis a vuestro recetario particular.

Ingredientes: 250 g de alubias blancas; 200 g de pasta corta (la que más os guste); una patata; dos zanahorias; un calabacín; una rama de apio; dos dientes de ajo; una pastilla de caldo de verduras; un ramito de judías verdes; un tomate; unas hojas de albahaca fresca, 150 g de queso parmesano rallado; sal y pimienta.

Elaboración:  Ponemos en remojo durante ocho horas las alubias blancas. Transcurrido este tiempo las cubrimos en una cazuela con agua fría y las dejamos cocer durante una hora. Cuando las alubias estén cocidas las escurrimos y reservamos el líquido de cocción.

Cortamos las hortalizas en pequeños dados. Sofreímos la cebolla en el AOVE durante tres minutos y a continuación añadimos las patatas, las zanahorias, el calabacín y el apio. Removemos y cocemos durante otros tres minutos. Añadimos el ajo, la pastilla de caldo, las alubias blancas, las judías verdes, el tomate y el agua reservada de cocer las alubias. Cocemos una hora a fuego medio. Añadimos la pasta y dejamos que se cocine durante otros diez minutos a fuego medio. Salpimentamos. En el momento de servir, añadimos las hojas de albahaca fresca y el queso

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