Este aperitivo italiano repleto de historia nació como plato de pobres, creado por los campesinos para aprovechar el pan duro y lograr que durara más antes de consumirlo. Para ello, utilizaron como conservantes ingredientes tan mediterráneos como el aceite de oliva y la sal del mar. Aunque son originarias de la zona central de Italia, se fueron extendiendo por todo el país y a día de hoy cada región italiana tienen su propia receta y se ha convertido en uno de los antipastis más populares del país.
La receta básica y la más conocida es la sencilla rebanada de pan tostado a la que se le restriega un ajo, se añade un chorrito de aceite de oliva virgen extra (AOVE) y se corona con tomates maduros fileteados. A estos ingredientes se les han ido añadiendo embutidos y otros productos cárnicos como el jamón o el prosciutto italiano, la mortadella o el salami. También se usan quesos tradicionales de textura blanda como la burrata o la mozzarella y otros quesos que se derriten fácilmente. Por último, encontramos las variedades vegetales a las que se les añade ensalada, brotes verdes, pimientos, berenjenas o calabacines.
Como veis, existen mil y una combinaciones y se pueden adaptar a todos los gustos. Eso sí, si queréis realzar los sabores y convertir vuestra bruschetta en un delicioso y super nutritivo aperitivo, os recomendamos que utilicéis ingredientes frescos, de calidad y a ser posible de proximidad. Hoy os ofrecemos algunas de las recetas más populares para que os sirvan de inspiración para vuestras propias creaciones.
1.Bruschetta caprese
Para cualquier bruschetta es fundamental elegir el pan adecuado, que sea lo suficientemente resistente como para sostener los ingredientes que le vamos a añadir. Para elaborar esta básica bruschetta necesitaremos 4 rebanadas de pan tipo hogaza (las rebanadas han de ser bastante gruesas), 2 tomates pera, 2 dientes de ajo, 70 ml de AOVE, 6 hojas de albahaca fresca, mozzarella fresca, sal y pimienta molida al gusto.
Elaboración:
Pintamos nuestras rebanadas con un chorro de AOVE y las llevamos a una sartén, donde cocinaremos a fuego medio, hasta que queden bien tostaditas pero no quemadas. Pelamos y rallamos los dientes de ajo. Cortamos los tomates en cuartos y luego cortamos cada uno de los cuartos en dos. Escurrimos la bola de mozzarella y la cortamos en daditos. Incorporamos todos los ingredientes menos los ajos a un bol y bañamos con 30ml de AOVE. Salpimentamos. Untamos nuestras rebanadas con el ajo (al gusto) y añadimos el resto de ingredientes que hemos aliñado Adornamos con unas hojas de albahaca y a disfrutar.
2. Brusscheta de jamón con rúcula y pimientos asados
Para elaborar esta receta necesitaremos 4 rebanadas de pan de hogaza, 50 g de jamón ibérico cortado muy fino, rúcula al gusto, 3 pimientos rojos, sal y pimienta al gusto, 1 tomate, vinagre de Jerez, AOVE.
Elaboración:
Ponemos los pimientos y el tomate en una fuente de horno y añadimos unos granitos de sal y pimienta y un chorrito de AOVE. Horneamos a 190 grados, dándoles la vuelta cada 10 minutos, hasta que se hagan de forma uniforme. Los pimientos pueden quedar un poco chamuscados, pues luego les retiraremos la piel y quedarán deliciosos. Sacamos del horno, pelamos y cortamos en tiras. Aliñamos con el aceite de oliva, un chorrito de vinagre y todos los jugos de la cocción (que habremos colado para que no queden semillas). Tostamos neustras rebanadas como en la receta anterior. Disponemos en un plato y sobre ellas iremos colocando nuestras verduras asadas, la rúcula y las lonchas de jamón ibérico.
3. Bruschetta de Camembert y uvas
Una bruschetta italiana con claras influencias del vecino país galo. Para elaborarla necesitaremos 20 uvas negras sin pepitas, 4 rebanadas de pan de hogaza, 120 g de queso Camembert, tomillo en rama fresco, AOVE, pimienta rosa y pimienta negra.
Elaboración:
Precalentamos el horno a 190 grados. Lavamos las uvas y las ponemos en una bandeja refractaria. Añadimos unas ramitas de tomillo y un chorro de AOVE. Horneamos durante diez minutos o hasta que parezca que se van a abrir. Reservamos templadas. Untamos el pan con el aceite de oliva y lo colocamos en otra bandeja de horno. Distribuimos el queso en lonchas por encima del pan y horneamos durante ocho minutos o hasta que veamos que el queso se derrite. Retiramos del horno y añadimos las uvas, una ramita de tomillo y una pizca de sal rosa y negra. Servimos rápidamente para que no se enfríe.
4. Bruschetta de sobrasada y queso fresco a la plancha
Una sencillísima receta que podéis variar sustituyendo la sobrasada por cualquiera de los patés de La Cuina. Para elaborarla necesitaremos 2 rebanadas de pan de hogaza, 50 g de sobrasada, 4 lochas de queso fresco de cabra, AOVE, sal y pimienta negra molida.
Elaboración:
Cortamos las rebanadas de pan, de al menos un dedo de grosor. Tostamos el pan en una sartén con un chorrito de AOVE. Cuando el pan esté bien dorado sacamos y extendemos sobre él una generosa ración de sobrasada (o paté). Cortamos el queso en lonchas no demasiado finas y cocinamos en la plancha o sartén sin aceite por ambos lados, hasta que empiece a dorarse. Colocamos el queso encima de nuestras tostadas y gratinamos unos minutos justo antes de servir. Añadimos un toque de sal y pimienta negra. Si quieres que esta bruschetta quede todavía más deliciosa, puedes añadirle un poco de cebolla caramelizada.
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