Un alto valor proteico, gran aporte de fibra y vitaminas tan importantes como las del grupo B y una excelente fuente de minerales como el fósforo, el potasio, el hierro, el magnesio o el calcio. Éstas son solo algunas de las bondades de las legumbres. Todo un superalimento que ha de formar parte de nuestra dieta si queremos nutrirnos de forma equilibrada y saludable.
Por ello y para que puedas conocer todos sus beneficios nutricionales, te invitamos a seguir leyendo y descubrir todas las propiedades de uno de los mejores alimentos que puedes servir en tu mesa y que debería formar parte siempre de tus menús semanales.
Uno de los grandes beneficios de las legumbres es que, más allá de las cualidades de cualquier producto vegetal, tienen un gran aporte proteico. Por ejemplo, 100 gramos de lentejas crudas contienen 25 gramos de proteínas. Es por ello que es una excelente opción si quieres reducir el consumo de proteína animal o incluso dejar de consumirla totalmente. Y, si quieres aumentar la calidad de la proteína de las legumbres una vez cocidas, solo tienes que acompañarlas de cereales como el arroz.
Las propiedades de la fibra son indiscutibles. De echo, son muchos los endocrinos y nutricionistas que inciden en que las legumbres y más concretamente la fibra que contienen, es uno de los nutrientes imprescindibles para prevenir enfermedades digestivas, cardiovasculares o diversos tipos de cáncer. Además, si a su alto contenido en fibra añadimos su bajísimo índice glucémico, son perfectas para regular los niveles de azúcar en sangre, lo que se traduce en un menor riesgo de obesidad, diabetes, hipertensión, colesterol o triglicéridos.
Como hemos visto, uno de los grandes beneficios de consumir legumbres es que protege nuestro sistema cardiovascular y muy concretamente nuestro corazón, pues son muy ricas en potasio, un nutriente esencial para su buen funcionamiento. Si a ello añadimos que son muy bajas en grasas y nos ayudan a controlar el colesterol, el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares se reduce todavía más.
El gran aporte de vitaminas del grupo B de las legumbres hace que consumirlas sea fundamental para mantener nuestro sistema nerviosos en perfecto estado, pero los beneficios de este grupo vitamínico van mucho más allá. También nuestro sistema inmunológico, nuestro desarrollo muscular e incluso nuestra piel, cabello o uñas se ven muy beneficiados con el consumo de todo tipo de legumbres.
Las legumbres son también fuente de hierro, el mineral fundamental para combatir la anemia. Si queremos mejorar su absorción, es muy recomendable combinarlas con alimentos que contengan vitamina C, como el limón, el perejil , el brócoli, las espinacas, los pimientos rojos o la coliflor. Las legumbres, además, contienen calcio, fósforo, magnesio y potasio, minerales fundamentales para diversas funciones básicas de nuestro metabolismo.
Es uno de los alimentos más completos que se puede incluir en la dieta de los celiacos, ya que están totalmente libres de TAAC (trigo, avena, cebada y centeno). Al no contener gluten, es el sustituto perfecto de todos aquellos carbohidratos que tienen prohibidos las personas que padecen este tipo de intolerancia.
Uno de los grandes beneficios de las legumbres es que, a pesar de sus altísimos valores nutricionales, su aporte de grasas y calorías es muy bajo. Por otra parte, las pocas grasas que contienen son poliinsaturadas y monoinsaturadas, es decir, grasas saludables que nos ayudan a mantener nuestra salud general.
La sal, junto al azúcar, son consideradas por muchos expertos los “venenos” blancos de nuestra alimentación. El componente más perjudicial de la sal es el sodio, un mineral que apenas aparece en las legumbres. Un hecho muy beneficioso para la salud, como reconoce la Organización Mundial de la Salud. Esta organización recomienda minimizar el consumo de sal, pues es la principal causa de graves problemas como la hipertensión.
Como ves, no faltan argumentos para consumir legumbres al menos de dos a cuatro veces a la semana. Pero, se trata de un producto que muchas veces es difícil de introducir, especialmente a los más pequeños de la casa. Si éste es tu caso, te recomendamos que pruebes con productos a base de legumbres, pero más suaves y divertidos, que contienen todos los beneficios de su ingrediente principal.
Buen ejemplo de ello es el hummus, uno de los más tradicionales platos de los países de Oriente Medio, que ha conquistado nuestras mesas, convirtiéndose en uno de los imprescindibles de cualquier picoteo que se precie. Pero, además, su gran versatilidad hace que podamos incluirlo en cenas, comidas, meriendas e incluso desayunos.
Si todavía no lo has descubierto, prueba cualquiera de las variedades que te ofrece La Cuina. Del mayor al más pequeño de la familia se chuparán los dedos y cumplir con el consumo recomendado de legumbres dejará de ser un problema en tu casa.
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