Recetas para descubrir el delicioso paté y sus grandes beneficios

Debemos desterrar la falsa creencia de que el paté es un producto cargado de grasas saturadas, sal y otros ingredientes nocivos para la salud. Como en la mayoría de los alimentos es bueno controlar las cantidades, pero lo cierto es que el paté cuenta con muchísimas cualidades muy beneficiosas para nuestra salud.

Este producto contiene mucha vitamina A o niacina, que previenen enfermedades de los ojos, fortalece el sistema inmunitario y ayuda a prevenir el cáncer. Además, favorece el buen estado de la piel y las mucosas. Por otra parte, al ser rico en vitamina B2 o riboflavina y B5, ayuda a superar las migrañas, mejora problemas nerviosos como el insomnio, la ansiedad o el estrés y reduce el colesterol.

Y si a todo esto añadimos que es una auténtica delicia para el paladar y que solo necesitas un un buen pan para disfrutar de este placer gastronómico ¿no crees que estás tardando en hacer del paté uno de tus productos indispensables?

Por si te queda alguna duda, a continuación te ofrecemos algunas recetas de exquisitos y creativos platos con los que sorprender a tus familiares, amigos o invitados.

Canelones de pollo y paté

Comenzamos por la más clásica de las recetas que incluyen paté: los canelones. Para prepararlos necesitaremos 100 g de pasta para canelones, 200 ml de bechamel, 2 muslos y contramuslos de pollo, 1 cebolla, 1 vaso pequeño de vino, 1 lata de paté a las finas hierbas, 3 cucharadas de tomate frito, queso rallado para gratinar, sal, pimienta y aceite de oliva virgen extra (AOVE).

Elaboración:

Cocemos la pasta en agua con un poco de aceite y sal al gusto. Cuando estén al dente, sacamos y ponemos sobre un papel absorbente para que pierdan el líquido. Picamos la cebolla muy fina y la sofreímos en una sartén con un poco de AOVE. Cuando esté pochada, añadimos la carne de pollo y rehogamos. Agregamos el vino y dejamos que se evapore. Incorporamos el paté a las finas hierbas y removemos. Incorporamos el huevo duro picado y el tomate frito, rectificamos de sal y seguimos cocinando hasta que el tomate tome un color rojo oscuro.

Para montar los canelones, los rellenamos con la preparación anterior y los vamos colocando en una fuente a la que habremos puesto una base de tomate frito. Sobre nuestros canelones agregamos la bechamel y cubrimos con una capa de queso rallado. Llevamos al horno hasta que se gratinen.

Champiñones rellenos de paté

Esta receta te puede servir como acompañamiento de una carne o pescado o como un entrante o primer plato. Para elaborarla necesitaremos 20 champiñones grandes, 200 g de paté, 50 gramos de pepinillos, 200 g de queso de cabra y hierbas aromáticas como tomillo o ciboulette.

Elaboración:

Lavamos los champiñones y les cortamos el pie. Dejamos que suelten el agua sobre un papel absorbente o trapo limpio. Picamos los pepinillos y los colocamos en un bol junto con el paté y el queso de cabra. Con un tenedor, chafamos y mezclamos hasta conseguir una pasta homogénea.

Rellenamos con la mezcla anterior los champiñones. Emplatamos y decoramos con tus hierbas preferidas.

Esta receta puede ser fría o caliente. Si prefieres la segunda opción, solo tendrás que introducir los champiñones rellenos en el horno, en una bandeja forrada, a 200 grados durante 15 minutos. Transcurrido este tiempo, los sacamos y decoramos con las hierbas.

Brochetas de paté

Esta sencillísima receta es perfecta para un aperitivo o una cena de picoteo. Para elaborarla necesitaremos 125 g del paté que más nos guste, 1 huevo, pan rallado para rebozar, 75 g de avellana o almendra picada y AOVE.

Elaboración:

Con la ayuda de dos cucharas hacemos “quenelles” (bolitas en forma de croqueta) de paté. Colocamos en un plato o bandeja y las cubrimos con papel film. Llevamos al congelador durante unos 20 minutos para que se endurezcan. Mientras tanto, machacamos en un mortero los frutos secos hasta que queden como polvo (podemos dejar algún trozo un poco más grande para que le dé un toque crunchie).

En un plato hondo batimos el huevo y en otro plato ponemos el pan rallado. Por último disponemos en un bol los frutos secos picados. Sacamos nuestras quenelles del congelador y vamos pasándolas por los tres platos en el orden que los hemos descrito. Las pinchamos con palitos de brocheta y conservamos en la nevera durante 30 minutos o hasta que las vayamos a comer. Pasado este tiempo las freímos en aceite abundante y muy caliente, hasta que estén doradas.

Remekín o flan de queso, aceitunas y paté

Para preparar esta sabrosísima receta, perfecta como entrante, necesitaremos un chorrito de AOVE, 125 g de queso crema, 50 g de paté, 1 rama de perejil rizado, 1 rama de cilantro, medio limón, 50 g de aceitunas negras sin hueso, sal, pimienta y pan.

Elaboración:

Picamos el perejil y el cilantro muy finamente. Mezclamos en un bol el queso, el aceite, el picadillo de perejil y cilantro, una pizca de sal y el zumo del medio limón.

Troceamos el paté en dados pequeños y lo colocamos en el fondo de un remekín (pequeño molde circular para hacer flanes o magdalenas). Colocamos encima una parte de la mezcla de queso y continuamos haciendo capas de los dos preparados hasta llenar el recipiente. Decoramos con las aceitunas negras cortadas, unas hojas de cilantro o perejil y pimienta negra. Servimos con rebanadas de pan tostado.