Si te atreves a cocinar con los más pequeños de la casa, descubrirás que ese rato en familia es mucho más que un tiempo dedicado a preparar el menú del día. Compartirás con tus hijos tiempo de calidad, fomentarás su creatividad, descubrirán nuevos sabores y texturas y desarrollarán habilidades básicas que les servirán el resto de su vida.
Y si, además, cuentas con un ingrediente versátil, sabroso, nutritivo y muy fácil de manejar, como el paté, ¿qué mejor plan familiar puedes encontrar? En este post te proponemos tres recetas muy sencillas y divertidas, que puedes elaborar con niños de todas las edades:
Rollitos de pan con paté y queso
Este irresistible snack no tiene complicaciones y se prepara en cinco minutos.
Para elaborarlo necesitaremos tantas rebanadas como rollitos quieras hacer; paté (el que más os guste); queso crema o en lonchas y unos palillos.
Elaboración:
1. Aplanamos el pan: deja que tus hijos usen el rodillo o si no tienes, una botella bien limpia, para aplanar el pan. Se trata de una tarea muy fácil que les parecerá super divertida.
2. Untamos el paté: con una espátula o cuchillo de plástico (si los niños son pequeños), repartimos bien una fina capa de paté, sobre la rebanada ya aplanada.
3. Agregamos el queso: sobre el paté colocamos una loncha de queso o untamos otra fina capa de queso crema. Puedes probar con distintos quesos, según los gustos de tus peques.
4. Enrollamos: ésta puede ser la tarea más delicada, pero tus hijos están perfectamente capacitados para llevarla a cabo con éxito. Desde un extremo, enrollamos la rebanada hasta formar un cilindro. Puedes servirlo tal cual o cortarlo por la mitad para obtener rollitos más pequeños y fáciles de comer.
5. Fijamos: si has elegido queso crema, puede que no te haga falta, pero si preferís las lonchas, es muy útil pinchar cada rollito con un palillo para que no se abra.
Si os gusta la mezcla de dulce y salado, agregar un poquito de miel es una gran idea. Y si tienes más tiempo, puedes llevar tus rollitos al horno hasta que se doren y el queso se funda.
Mini sándwiches creativos de paté
Esta receta es perfecta para meriendas o fiestas con los más pequeños de la casa. Estos sándwiches toman forma de animalitos, caritas felices o cualquier cosa que proponga la imaginación de tus hijos.
Para elaborarlos necesitaremos pan de molde blanco o integral; paté al gusto; vegetales para decorar (zanahorias, aceitunas, pepino, pimiento o maíz) y cortadores de galletas (con formas de estrella, corazones, animales o aquellos que encuentres y sean divertidos y del agrado de los pequeños).
Elaboración:
1. Cortar el pan: según los cortadores de galleta que tus hijos hayan elegido, ve dando forma a las rebanadas de pan. ¡Los peques no querrán parar!
1. Untar el paté: deja que tus hijos unten el paté en una de las caras del pan. Si prefieres hacer canapés en lugar de sándwiches, puedes dejar los panecillos sin tapar.
3. Decoramos: utiliza trocitos de vegetales para crear las caritas de tus sándwiches. Por ejemplo, una aceituna puede ser un ojo, una tira de zanahoria una sonrisa o un trozo de pimiento la nariz.
4. Servimos: elige una bandeja bonita y deja que los pequeños presenten sus creaciones como ellos quieran. Puedes animarlos a decorar la bandeja con frutas o vegetales.
Mini tartaletas de paté con toppings imaginativos
Este elegante y delicioso bocado es tan sencillo de preparar que los peques no necesitarán ayuda alguna.
Para elaborarlos necesitaremos mini tartaletas ya laboradas (las encuentras en cualquier supermercado pero también puedes hacerlas con masa de empanada); paté (elige diferentes sabores para que tu plato sea más variado y apetecible y toppings al gusto (huevo duro picado, aceitunas, pepinillos, queso rallado, nueces, frutas secas o mermeladas).
Elaboración:
1. Rellenamos las tartaletas: nuestros pequeños chefs pueden usar una cucharita para colocar el parte dentro de cada tartaleta.
2. Decoramos: cada niño puede crear su propia “obra de arte culinaria”, sirviéndose de los toppings. Por ejemplo, podemos crear una tartaleta salada coronada con huevo y aceitunas negras; utilizar un poco de mermelada para crear alguna forma en una tartaleta llena de sabor o elaborar una mini pizza tartaleta añadiendo a nuestro paté preferido un poco de queso rallado y orégano.
Nuestras tartaletas están deliciosas frías, pero si les das un golpe de calor en el horno, tus hijos se chuparán los dedos.
Si te animas a preparar estas recetas con tus hijos, descubrirás una divertidísima manera de compartir tiempo en familia. Pero, los beneficios de este rato en la cocina van mucho más allá: les ayudarás a desarrollar habilidades motoras como la motricidad fina, estimularás el aprendizaje temprano, la concentración y la memoria, fomentarás en ellos la toma de decisiones, el desarrollo del lenguaje y la comunicación o la educación alimentaria. ¿Se puede pedir más?
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