En relación a algo tan habitual, imprescindible para la vida y, tan automático como es el acto de desayunar, yo actúo como decía mi padre. Y eso no es otra cosa que proceder según lo que me pida el cuerpo. Pero claro, también esto viene a colación que estemos atentos y conscientes. Y mi padre decía que estuviera atento a que, está bien que hiciera lo que me pidiera el cuerpo, pero si ese algo que me pide el cuerpo, me lo pide unas horas antes de proceder, malo es….Será vicio!!. Me explico nuevamente: Si yo, al salir de cole, como ejemplo que ponía mi padre en su día, paso delante de una pastelería y me apetece un pastelito, pues como decía mi “sensé” que era mi padre, pues que me lo tomara. Me decía: ¿Tienes dinero? ¿Te apetece? Pues adelante, tómatelo…Pero otra cosa muy diferente es si con ese automatismo e incluso rutina, al que nos lleva la vida (los cafés, los cigarrillos, los pastelitos que ves o sueñas cuando pasas por delante de una pastelería..) resulta que antes de salir del cole ya me apetece el pastelito, mal vamos. Eso según él ya era vicio. De ahí que me resulte muy aleccionador lo de actuar antes que decir y vivir el momento. O sea el momento del pastelito, del cigarrito, y de lo que os apetezca en un momento dado….Es la única manera de estar alerta a los tan malsanos automatismos. Otra cosa muy diferente son rutinas que más tienen que ver con los hábitos saludables. Yo por ejemplo hubo una época (hasta hace 1 añito) que me tomaba todas las mañanas y las noches un vaso de Vichy con el zumo de 1 limón. Pues bien, gracias a ese buen hábito (según mi urólogo) evité tener piedras en el riñón. Fueron más de 2 años tras los cuales ingerí 800 días x2 limones = 1600 limones (unos 300 kilos) y 2 vasos x 700 días = 1400 vasos (700 litros casi una tonelada de Vichy!!). Al final no solo evité piedras en el riñón sino que una que me dijeron que tenía de 1 cm desapareció por completo. A eso le llamo yo ser constante.
Esto tiene relación a que si hacemos caso a nuestro cuerpo aprenderemos a saber de sus necesidades y de sus complicaciones. No hace falta casi para nada ir a un médico. Nadie mejor que tú para conocerte y estar atento de cómo se encuentra nuestro cuerpo. Solo hay que estar atentos y consciente.
Además, me voy a permitir una secretillo de juventud el cual me acaba de venir a la cabeza, cuando durante una noche loca, hace más de ¼ de siglo, cuando éramos muy jóvenes (veinteañeros) y en un momento de la noche, el cuerpo me pidió agua y, agua fue lo que le di al cuerpo y no alcohol.
Y ahora vayamos a la segunda parte que es menos física y más emocional. Si tenemos ganas de regalar flores o de decir un cumplido, o de besar a tu mujer o tus hijos..a qué esperamos!! Que ya estamos llegando tarde!! Esto ha evocado en mí muchos momentos en los que pasé delante de la puerta de mi padre, el cual vivió sólo los últimos años de su vida, y que yo aprovechaba cualquier momento para subir, darle dos besos y regalarle parte de la tarde-noche haciéndole compañía aún a sabiendas de que a veces estaba escuchando la radio y tampoco es que me prestase mucha atención. Pero yo sé que le gustaba tenerme a su lado…cómo no!! En fin eso y muchos momentos en los que llamé a algún amigo que hacía tiempo no sabía de él y se alegró mucho de que lo llamara.
Bueno, pues sólo eso. He querido plasmar con ejemplos prácticos todos lo recogido por David y Eduardo en relación a que los sentimientos y las emociones van de la mano y hay que darles rienda suelta…sino, nos puede pasar como a los japoneses. Gran pueblo por otro lado, que a mi modo de ver, tienen grandes virtudes, pero quizá son demasiado introvertidos y no suelen expresar sus sentimientos….Incluso recuerdo en la actualidad esos días que podría no ir a casa puesto que no hay nadie de mi familia pero acudo igualmente puesto que aprovecho para darle cuatro caricias a nuestro gato….!! Por eso como no vamos a aprovechar esos momentos para darle 4 besos a nuestros seres queridos!! O quizá yo sea demasiado extrovertido!! Todo depende de la perspectiva que le apliquemos a las cosas…Pero esto de la perspectiva, nos daría para hablar largo y tendido durante muchos capítulos. Alguien quiere empezar ¿??
Jorge Ruiz Bellido
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