Este invierno, más que nunca, la comida de tupper va a subir muchos enteros en nuestras vidas. Pero ¿tenemos claro qué preparaciones son las idóneas para llevar a la oficina y que una vez recalentadas queden perfectas? Tendemos a pensar que todo guiso o receta que comemos en casa es susceptible de trasladarse a nuestro lugar de trabajo, pero ni mucho menos todos los platos pueden convertirse en “comidas de tupper” sin perder buena parte de sus bondades por el camino. Hoy queremos recomendaros algunas recetas, pero antes os vamos a dar las máximas que debería cumplir toda “receta de tupper” que se precie:
Si has tomado buena nota de estos consejos, ahora solo nos queda elegir las recetas que más apetecibles. Y no caigas en la tentación de pensar que, para llevar a la oficina, lo más practico son ensaladas y platos fríos pues, con la bajada de las temperaturas, un buen plato caliente puede ser de lo más reconfortante. Ahí van algunas ideas:
Esta receta no solo es fácil y rapidísima de preparar, sino que, además, es una “bomba” de nutrientes saludables. Para su preparación necesitaremos: una taza de caldo de verduras; una taza de zanahoria rallada; un diente de ajo; 100 gramos de manteca de cerdo o mantequilla; una cucharada de jengibre; sal y pimienta al gusto. En una olla ponemos a hervir el caldo, junto con la zanahoria rallada, el ajo, la sal y la pimienta. Cuando se llega al hervor, se baja el fuego y se cocina despacio durante 30 minutos o hasta que las zanahorias estén tiernas. Después, lo pasamos todo por la batidora o el robot de cocina hasta que logremos un puré suave y cremoso. Lo cocinamos otros 20 minutos a fuego suave y finalmente agregamos el jengibre.
Es tan fácil como sabroso y saludable. Solo tienes que elegir la verdura que más te guste. Calabaza, calabacín, berenjena, cebolla… La troceas en cuadraditos un poco más grandes que un dado. La riegas con un buen chorro de aceite. Si te gustan las especias, espolvoreas ligeramente, salpimientas y dejas que el horno trabaje por ti. Para que las verduras no se quemen por fuera y queden crudas por dentro, lo ideal es que calientes el horno a unos 180 grados y las dejes asarse alrededor de 30 minutos. Esta preparación se puede comer sola pero, si quieres conseguir una comida completa y equilibrada, te recomendamos que añadas unos trocitos de pechuga a la plancha. Otra opción es aliñar las verduras con tomate frito casero. Tendrás un pisto delicioso y sanísimo.
Un clásico que no falla. Ingredientes: 100 g de lentejas secas; una cebolla mediana; 150 g de panceta ahumada; un chorizo colorado seco; caldo; 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra; un puñado de perejil; un ajo y sal. Para prepararlas, cocemos las lentejas en abundante agua y sal durante unos 20 minutos, hasta lograr una media cocción. Agregamos la panceta ahumada en tiritas, dorada previamente en la sartén, junto con la cebolla picada y el chorizo, también loncheado finamente. Molemos el ajo y añadimos junto con la sal a la preparación anterior. Cocinamos a fuego muy lento, removiendo de vez en cuando, hasta que las lentejas se hayan cocido totalmente. Esta preparación es ideal para recalentar pero, si prefieres cualquier otro guiso de legumbres, todos ellos son perfectos para degustar horas e incluso días después de ser elaborados.
Si eres un incondicional de las pastas, por lo menos échale un poco de imaginación y ve más allá del típico plato de pasta con tomate. Lo ideal es enriquecer tu receta con proteínas y vegetales. Una forma sencillísima de elaborar un plato delicioso es incorporar a tu pasta preferida la elaboración de vegetales asados que te hemos sugerido anteriormente. Puedes incorporar también un poco de tomate frito e incluso añadir carne picada, previamente rehogada, a modo de boloñesa.
Si quieres un poco de diversión en medio de la monótona jornada laboral esta idea te va a encantar. Solo tienes que comprar tortillas mejicanas, tipo fajitas y elegir los ingredientes que más te gusten y que queden bien al ser calentados en el microondas. Tiras de pechuga a la plancha, rodajas de salchichas, tipo Frankfurt, queso, calabacín o berenjena asada, cebolla caramelizada… Deja volar tu imaginación disponlos sobre la tortita y enróllala. En el momento de ir a comer, las calientas un minuto en el micro y ¡a disfrutar un lunes cómo si fuera un domingo!
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