Con la llegada de la primavera ropa, hábitos y comidas comienzan a transformarse para adaptarse a las temperaturas más suaves y, por qué no decirlo, también a las innegables ganas de verano, descanso y ratos cada vez más largos al aire libre en jardines, terrazas o playas. Del mismo modo que corremos a quitarnos botas, medias o jerséis, aparcamos los guisos contundentes y las comidas pesadas para introducir, poco a poco, rectas más ligeras, coloridas y sencillas. Y es que, la subida de los termómetros invita a preparar elaboraciones con productos de temporada frescos, sabrosos y cargados de vitaminas y nutrientes. Lo que no quiere decir que tengamos que alimentarnos a base de ensaladas o piezas de fruta, pues podemos hacer recetas deliciosas, super sanas y nada complicadas, aprovechando los excelentes productos que nos regala la primavera.
Entre las hortalizas, las habas, los guisantes, los espárragos verdes o las alcachofas están en plena temporada. Fresas, frambuesas, cerezas, nísperos, arándanos o albaricoques hacen acto de presencia, entre las frutas de invierno, para alegrarnos los postres, almuerzos o meriendas y llenar de color y sabor las elaboraciones más deliciosas. Entre los pescados, los azules se encuentran en su mejor momento. Atún, anchoas, caballa, jureles o sardinas están en su estación ideal, pero también podemos disfrutar del bacalao fresco, la merluza, el lenguado, el rape o el congrio. En cuanto al marisco, se encuentra en la recta final de su temporada. Podremos disfrutar de él en las primeras semanas de la primavera y solo hasta principios de mayo. Y si bien las carnes, salvo las de caza, podemos disfrutarlas durante todo el año, lo cierto es que el cordero y las aves son las más tradicionales en esta temporada.
Con todos estos excelentes productos, el abanico de posibles recetas es inmenso, pero hoy os queremos proponer algunas ideas para aprovechar al máximo este cambio de ingredientes. Platos sencillos, refrescantes y ligeros pero cargados de sabor, energía y nutrientes.
Rápido, sencillo, delicioso y super nutritivo, el revuelto admite multitud de ingredientes y siempre resulta delicioso. Para nuestra elaboración necesitaremos 150 g de espárragos (a ser posible trigueros), 100 g de ajos tiernos, 3 huevos y 15 langostinos.
Preparación: cortamos los espárragos en tres o cuatro partes y los ajos en trozos de unos 3 cm. Cubrimos el fondo de una sartén con una fina capa de aceite y doramos todo menos las puntas de los espárragos. Cuando ya estén dorados añadimos estas puntas y los langostinos y cocinamos durante no más de un minuto. Añadimos los huevos enteros y retiramos del fuego para que se cocine con el calor residual y se quede jugoso. Nuestra recomendación es que, si puedes, separes las claras de las yemas y sirvas éstas últimas enteras como colofón a tu emplatado, para que cada comensal rompa y finalice la elaboración en su propio plato.
No hay mejor manera de iniciar la temporada “gazpachera” que con esta original y super sabrosa sopa fría de temporada. Para prepararla necesitaremos 1 kg de los mejores tomates que encuentres, dos cebollas tiernas, 60 g de almendras molidas, 200 g de cerezas, 200 g de fresas, aceite de oliva virgen extra, vinagre de manzana, sal, pimienta y dos vasos de agua helada.
Elaboración: lavamos los frutos rojos y quitamos el hueso a las cerezas. Si tienes un chino y puedes pasar por él nuestra sopa no hará falta que peles y escaldes los tomates, pero si no dispones de este instrumento, no podrás saltarte el escaldado. Picamos la cebolleta y disponemos todos los ingredientes sólidos en un vaso de batidora o robot, junto con el agua. Batimos hasta obtener una crema ligera y suave. Aliñamos con un chorrito de aceite, una cucharadita de vinagre, sal y pimienta. Dejamos reposar en la nevera al menos una hora y servimos. Si os gustan los contrastes, os recomendamos que sirváis con unos trocitos de queso azul, como topping.
En esta época coincide que podemos encontrar las mejores y más tiernas habas de piel fina y todavía podemos disfrutar, por unos días, de alcachofas sin esos pelos duros del final de su temporada. Para elaborar esta sabrosísima receta necesitaremos 12 alcachofas, 300 g de habitas, unas hojas de menta, sal en escama, pimienta y aceite de oliva virgen.
Preparación: lo primero y fundamental, para que esta receta sea un éxito, es que limpiemos bien las habas y las alcachofas. De ésta últimas solo utilizaremos los corazones y las hojas más tiernas. Partimos las alcachofas de dos partes en vertical y las ponemos en una olla, junto con las habas, que cubriremos con agua y cocinaremos, con un chorrito de aceite de oliva suave y parte de las hojas de menta. Para que queden bien confitadas, debemos intentar que el agua no llegue a burbujear. Por tanto, las cocinaremos a fuego mínimo, durante unos 40 minutos. Cuando estén tiernas (no pochas), escurrimos y reservamos. Justo antes de servir, las doramos con un poco de aceite en una sartén a fuego fuerte y empatamos con menta fresca picada, sal en escama y pimienta.
Si quieres añadir proteína y sabor a tu elaboración, te recomendamos que sirvas con con cecina o jamón troceado o panceta cortada muy fina. Dispondremos en cada plato una lámina casi transparente sobre las verduras muy calientes y quedará brillante, jugosa y super sabrosa.
Para elaborar esta sorprendente y sencillísima receta necesitamos 4 salmonetes, un brócoli, dos ajos, 10 nueces, aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta.
Elaboración: separamos los ramitos de brócoli del tallo y cortamos éste en trozos finos para que quede tierno. Pelamos y laminamos los ajos y los doramos en una sartén con un chorrito de aceite. Cuando hayan cogido un ligero color tostado, añadimos el brócoli y salteamos. Para que el brócoli quede tierno pero entero os recomendamos que añadáis un poquito de agua y tapéis durante el último minuto del cocinado. En otra sartén cocinamos los salmonetes a la plancha con un poquito de aceite de oliva y después extraemos los dos lomos. Salpimentamos el brócoli y emplatamos, colocando dos lomos de salmonete por comensal sobre la verdura. Añadimos las nueces picadas y regamos con aceite de oliva. Si quieres dar todavía más sabor a esta deliciosa receta, te aconsejamos que dores ligeramente las nueces y las emplates templadas.
Este postre no requiere de grandes elaboraciones pero el resultado es sorprendente y super nutritivo. Para prepararlo solo necesitaremos, 50 g de frambuesas, 50 g de cerezas , 50 g de fresas, cuatro nísperos, 200 g de requesón, 3 chucharadas de miel.
Elaboración: limpiamos bien nuestros frutos rojos, quitamos los huesos a las cerezas, pelamos los nísperos y cortamos en trozos pequeños. Disponemos en un vol y añadimos dos cucharadas de miel. Removemos hasta que ésta quede integrada. Desmigamos el requesón y añadimos por encima de la fruta. Rematamos la elaboración regándola con la miel restante.
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