¿Lasaña plato único? Con estos deliciosos acompañamientos… ¡Nunca más!

La lasaña es, sin duda, una receta contundente, que generalmente comemos como plato único o como mucho, acompañada de una ligera ensalada verde. Se trata de una de las elaboraciones, abanderadas de la gastronomía italiana, que tradicionalmente se prepara a base de pasta, carne, queso, jamón, tomate y bechamel, pero que cada vez encontramos en versiones más ligeras. Lasañas vegetales, con ingredientes como las espinacas, los champiñones, las setas e incluso el pescado, que en ocasiones cambian las láminas de pasta por berenjenas o calabacín. En definitiva, variaciones algo menos contundentes pero igualmente deliciosas, que pueden ir acompañadas de otros platos, más allá de las típicas ensaladas.

Hoy te damos algunas ideas para estos posibles acompañamientos. Aunque parezca increíble, los italianos los degustan, incluso, con la tradicional lasaña boloñesa.

Pan tostado con ajo o bruschetta

La bruschetta es uno de los acompañamientos más tradicionales de la lasaña. Se trata de un pedazo de pan tostado con ajo, que se sirve como aperitivo o antipasti.

Para prepararla, deberás cortar un pan de barra en rodajas lo más largas posible y las tuestas en el horno. Restriegas con un ajo y añades un chorro de aceite de oliva virgen extra (AOVE), sal y pimentón. Ésta es la receta de la bruschetta original, pero admite todo tipo de ingredientes, tales como brotes verdes, atún, jamón, pavo, queso, etc…

Patatas fritas

Parece increíble ¿verdad? Pues los italianos son más que capaces de acompañar la lasaña con esta contundente elaboración. Bueno, tal vez deberíamos decir los americanos descendientes de italianos, pues es en Estados Unidos donde se suele acompañar el tradicional plato italiano con patatas fritas. Nuestra recomendación, si te atreves con este acompañamiento, es que optes por las patatas de estilo rústico, con piel o por las caseras y que sirvas una pequeña ración de lasaña junto con las patatas, pues esta “pareja” es una auténtica bomba de carbohidratos.

Flores de calabacín

Este típico plato del Mediterráneo oriental es el acompañamiento perfecto, si quieres preparar un menú al más puro estilo italiano. Además de ser ligero, es original y exquisito. La manera más sencilla de elaborarlo es rebozar las flores de calabacín en harina de maíz y luego freírlas. “Marida” perfectamente, tanto con la lasaña de carne como con las vegetales o de pescado.

Ensalada de pepino

Una refrescante ensalada, perfecta para acompañar tu lasaña. Para elaborarla necesitaremos lechuga, rábano, pepino, huevo duro, eneldo, sal y pimienta. Escoge las mejores y más crujientes hojas de la lechuga, lávalas bien y colócalas en un plato. Corta el huevo cocido en rodajas y colócalo sobre la lechuga, junto con el rábano y el pepino, cortado en daditos. Para el aderezo utilizaremos mayonesa, crema agria (si no tienes puedes utilizar yogur), eneldo picado, sal, pimienta y unas gotas de jugo de limón. Puedes servir la ensalada sin mezclar los ingredientes o ya mezclados y aliñados con nuestra salsa cremosa.

Ensalada de manzana y apio

A pesar de ser un plato muy ligero, al aportarnos mucha fibra, es muy saciante. Por ello, es el compañero perfecto de las lasañas de verduras. Puedes elaborarla con una base de lechuga y con nueces u otros frutos secos que te gusten. Para prepararla necesitaremos varios tallos de apio y dos manzanas, a ser posible rojas. No olvides quitar todos los hilos del apio y lavar bien. Después, solo tenemos que cortar las manzanas y el apio en trozos pequeños y aderezarlos con una vinagreta a base de yogur, AOVE, vinagre de manzana, sal y pimienta.

Brochetas de tomate, mozzarella y aceitunas

Estas sencillas brochetas vegetales hacen las delicias de niños y mayores y son exquisitas y super fáciles de preparar. Solo necesitas tomates cherry, queso mozzarella (mejor si es en bolitas o perlas) y aceitunas negras. Puedes utilizar palos de brocheta o simples palillos. Vas insertando en ellos los distintos ingredientes, alternativamente y cuando tengas todas tus brochetas las colocas en un plato o fuente redonda, formando un círculo. Pones en el centro unas hojas de albahaca, las riegas con AOVE y salpimientas. Puedes espolvorearlas con orégano o albahaca picada.

Espárragos trigueros y fresas

Uno de los más originales y sorprendentes platos con los que puedes acompañar tu lasaña. Para prepararlo solo tentemos que cocinar a la plancha un manojo de espárragos verdes. Los colocamos en una fuente o plato grande y los acompañamos con fresas cortadas a trozos pequeños y daditos del queso que más os guste. Para el aliño, bastará con salpimentarlos y regarlos con un chorrito de limón y una generosa cantidad de AOVE. Si quieres darles un toque crunch, puedes añadir almendras o nueces tostadas y desmenuzadas por encima.

Espárragos verdes rebozados

Otra riquísima receta de espárragos con la que puedes acompañar tu lasaña, sin tener que dedicar demasiado tiempo a su preparación. Puedes rebozarlos con pan rallado, harina o tempura y freírlos con aceite muy caliente, hasta que estén dorados. Los emplatas y espolvoreas con queso Parmesano (a ser posible recién rallado). También quedan deliciosos si los aliñas con salsa de pesto.

Ensalada de rúcula con mango y aguacate

La rúcula es uno de los vegetales más típicamente italianos que podemos encontrar en el mercado. Además de deliciosa, es ligera y refrescante y si la acompañas con mango y aguacate se convierte en una receta muy saciante, ideal para las lasañas de verduras. Para elaborarla, troceamos el mango y el aguacate en daditos, no demasiado pequeños. Lavamos la rúcula (podemos añadir otros brotes que nos gusten) y la mezclamos con el resto de ingredientes. Para el aliño elaboramos una vinagreta con crema de vinagre de Módena (si no tienes puedes utilizar miel y vinagre de Módena u otro), AOVE, sal y pimienta.