Ocho alimentos super saludables que no deben faltar en tu mesa este invierno

Aunque le esté costando, la llegada del invierno es inevitable y con él gripes, constipados, infecciones y virus varios camparán a sus anchas entren nosotros. Es por ello que en está época es más importante que nunca contar con un sistema inmunológico fuerte. Y para que nuestras defensas estén en plena forma, nada mejor que una alimentación sana y equilibrada.

Para garantizar esta dieta saludable, que nos proteja de las agresiones externas, contamos con unos aliados de lujo: los productos de temporada. Repletos de vitaminas, minerales y nutrientes super saludables están en su mejor momento y sus beneficios son incuestionables. 

Por si tienes dudas sobre cuáles son estos productos, hoy os proponemos un listado de éstos y otros alimentos que no deben faltar en tu mesa en los fríos meses invernales.

1. Verduras

Comenzaremos por las verduras de hoja verde. Alcachofas, espinaca, acelgas o puerros nos aportan altos índices de vitaminas, fibra y minerales tan importantes como el hierro. Además, son muy versátiles, ya que podemos incluirlos en guisos, ensaladas, cremas o como acompañamiento de cualquier carne o pescado. El ajo y la cebolla también son fundamentales durante estos meses, pues contienen componentes antivirales y antibacterianos que nos protegen de virus e infecciones. Otra verdura a incluir sí o sí en nuestra dieta invernal es la zanahoria, ya que es muy rica en betacaroteno, una sustancia que metabolizamos como vitamina A y que mantienen las mucosas en buen estado.

2. Legumbres

Si son aconsejables a lo largo de todo el año, en invierno deberían ser imprescindibles pues, más allá de sus excepcionales nutrientes, son energizantes y hacen entrar en calor al más friolero. Fuente natural de fibra son, además, muy ricas en proteínas de origen vegetal y tienen un poderoso efecto saciante.

Podemos degustarlas en guisos como la fabada o el potaje pero, si no queremos excedernos con la grasa, es aconsejable optar por preparaciones en las que las legumbres se acompañen de verduras, arroz, carnes magras e incluso pescado o marisco.

3. Frutas

Para hacer frente al frío nada mejor que las frutas y en concreto las frutas de temporada. Naranjas, mandarinas o kiwis contienen grandes cantidades de ácido fólico y vitamina C, compuestos esenciales para fortalecer nuestro sistema inmunológico. Por otra parte, su alto aporte de fibra es el mejor garante de un correcto tránsito intestinal. Las uvas nos ayudan a regular los altos niveles de sodio gracias a su aporte en potasio y la pera y la manzana no solo nos hidratan sino que garantizan el buen funcionamiento del sistema digestivo. Otro regalo en forma de fruta es la chirimoya. Una deliciosa fruta que, además, está repleta de vitamina A.

Y ¿qué decir del menos dulce pero igualmente exquisito aguacate? Una fuente inagotable de grasas saludables, vitaminas E y D y potasio.

4. Alimentos fermentados

En este grupo de alimentos podemos incluir quesos, yogures o kéfir. Contienen probióticos que nos ayudan a mantener el buen estado de la fibra bacteriana, fundamental para nuestro sistema digestivo e inmunitario.

5. Frutos secos

Cualquier época del año es buena para consumir este tesoro que no regala la naturaleza, repleto de ácidos omega 3, vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra. Pero, lo cierto es que en invierno es cuando se encuentran en su mejor momento y conservan su mayor cantidad de vitaminas y nutrientes saludables. Eso sí, no olvidemos que debemos llevar cuidad con no abusar de ellos (una ración de 30 gramos diarios será suficiente), pues su aporte calórico es muy elevado, pero no es menos cierto que es, precisamente, durante los meses más fríos cuando necesitamos un mayor consumo de calorías para hacer frente a las bajas temperaturas.

6. Jengibre

Es muy rico en potasio, niacina y vitamina C y de aquí la fama de sus incuestionables propiedades medicinales. Gracias a su poder antioxidante y antiinflamatorio, combate virus y bacterias y ayuda al buen funcionamiento de nuestro sistema digestivo y del aparato circulatorio. Podemos agregarlo a sopas y cremas para aprovechar al máximo su capacidad de elevar nuestra temperatura corporal.

7. Té

Las infusiones en general y el té en particular aportan grandes beneficios a nuestro organismo. Además de ayudarnos a combatir el frío, estimulan la quema de grasas, desintoxican, depuran y combaten el envejecimiento, ya que salvaguardan las células y tejidos frente a los radicales libres. Por otra parte, el té posee una alta cantidad de flavonoides y vitamina H, que eluden el daño celular y fortalecen el sistema inmunitario. Y por si todo esto fuera poco, es diurético, nos hidrata y no aporta calorías.

8. Especias

Cocinar con especias aporta grandes ventajas que van mucho más allá de dar más sabor a nuestros guisos. Entre sus beneficios destaca su capacidad de reducir los niveles de glucosa en sangre, acelerar el metabolismo, reducir los nieles de colesterol o calmar los dolores, gracias a su poder analgésico.

Por otra parte, contienen gran cantidad de antioxidantes, mejoran la digestión y nos ayudan a reducir el consumo de sal.