Recetas sencillas, sanas y deliciosas para renovar tus menús esta primavera

Con los últimos fríos dando sus coletazos finales, guisados, potajes y comidas de cuchara comienzan a apetecer menos. Las recetas más frescas y coloridas ganan enteros y en nuestros mercados y supermercados cobran protagonismo productos cargados de brillo y color, como las cerezas, las fresas, los guisantes o los espárragos trigueros. Es, por tanto, momento de renovar la “carta” de tu hogar y por si el cambio de estación te ha pillado con el paso cambiado, nosotros te proponemos hoy algunas sencillas recetas con las que triunfarás seguro.

Revuelto de trigueros y langostinos

Puede ser un entrante perfecto o un plato principal de cualquier cena. No puede ser más fácil de preparar y sus ingredientes están de plena temporada. Para su elaboración necesitaremos 150 gr de espárragos, 100 gr de ajos tiernos y un huevo y 5 langostinos por ración.

Comenzaremos la receta cortando los espárragos con las manos hacia el final del tallo y cortaremos el resto en tres o cuatro trozos iguales. Cortamos también los ajos en trozos de unos 3 cm y los doramos junto con los espárragos (salvo las puntas que reservaremos) en una sartén con un buen chorro de aceite. Casi al final de la cocción, añadimos las puntas de espárragos y los langostinos y removemos durante unos 15 segundos. Retiramos del fuego y agregamos los huevos enteros, que se cocinaran con el calor residual. Si consigues mezclar un poco la clara, pero dejar entera la yema la presentación será perfecta, pues podrás romperla delante de los comensales para acabar “en directo” la elaboración. Para sazonar el revuelto bastará con un poco de sal y pimienta.

Gazpacho de cerezas

Si eres un incondicional de los gazpachos esta sopa fría te va a encantar. Para su elaboración necesitaremos 1 kg de los tomates más maduros que encuentres en el mercado, 400 gr de cerezas, una cebolla tierna, 60 gr de almendras y dos vasos de agua helada. Comenzamos la receta quitando el hueso a las cerezas. En cuanto a los tomates, puedes escaldarlos y pelarlos o saltarte este paso, si al final de la receta pasamos la sopa por un chino. Agregamos todos los ingredientes a un vaso batidor o a un robot de cocina y trituramos hasta conseguir la textura de una crema ligera. Aliñamos con aceite, sal, pimienta y un vinagre suave y dejamos reposar en la nevera para que se asienten los sabores.

Ensalada de calabacín, jamón y lentejas

Esta receta no puede ser ni más nutritiva, ni más original, ni más deliciosa. Para prepararla necesitamos medio calabacín por persona, un puñado de rúcula, 150 gr de lentejas cocidas y 50 gr de jamón (puede ser serrano o de pavo, según lo que más te guste), aceite de oliva virgen extra, vinagre de Módena, sal, pimienta, medio huevo duro y mostaza antigua. La elaboración es tan fácil como disponer en una ensaladera el calabacín (que habremos cortado con una pela patatas a modo de tallarines), las lentejas, la rúcula y el jamón o pavo cortado en taquitos y aliñar con una vinagreta. Ésta la elaboraremos con el aceite, un chorrito de vinagre, una puntita de mostaza, el medio huevo duro picado, sal y pimienta. Mezclamos bien hasta que emulsione, regamos con ella nuestra ensalada y ¡a disfrutar!

Tartar de atún y mango

Toda una explosión de sabor que necesitará de 250 gr de atún, un mango, dos aguacates medianos, una cebolleta o cebolla morada, salsa de soja, aceite de oliva virgen extra y semillas de sésamo. Para elaborar este sencillo plato deberemos congelar el atún durante al menos 24 horas. Después lo cortamos en taquitos (cuando esté semi congelado para que sea más fácil) y lo bañamos con salsa de soja. Mientras dejamos que el atún se marine cortamos en trozos del mismo tamaño el aguacate, el mango y la cebolleta o cebolla morada. Emplatamos en moldes cilíndricos de tamaño individual, disponiendo una capa de atún y otra de frutas hasta llenar todo el molde. Bañamos la preparación con la salsa de soja en la que se ha marinado el atún y agregamos un chorrito de aceite de oliva virgen extra. Coronamos con unas semillas de sésamo y por último, quitamos el aro metálico justo antes de servir para que no se desmorone.

Confitado de habas y alcachofas

Es tu última oportunidad de degustar estos dos productos que están a punto de abandonarnos hasta el próximo invierno. Para elaborar esta receta necesitaremos (para 4 personas) unas 12 alcachofas, 300 gr de habitas limpias y aceite de oliva virgen. Lo primero que debemos hacer es limpiar las alcachofas, dejando solo el corazón y las hojas más tiernas. Las cortamos por la mitad y las disponemos en una olla no muy grande con unas hojas de menta. Las cubrimos con el aceite. Dejamos confitar durante unos 40 minutos a fuego muy suave. Debes comprobar que estén tiernas, pero no excesivamente blandas. Las escurrimos y las reservamos hasta minutos antes de servirlas. Será el momento de que las doremos en una sartén a fuego fuerte. Emplatamos y añadimos menta fresca picada, sal en escamas y pimienta.

Ensalada de frutas y queso feta

Podría parecer un postre, pero lo cierto es que esta elaboración es perfecta como entrante, primer plato o acompañamiento de una carne. Lo mejor de esta preparación es que puedes utilizar las frutas de temporada que más te gusten. Fresas, cerezas, albaricoques, mango, papaya y alguna ácida como la naranja o el limón pueden convertirse en los perfectos ingredientes de esta exquisita y super sana ensalada. Prepararla es tan fácil como cortar las frutas elegidas en trozos pequeños y añadirlas a una cama de canónigos, rúcula o una mezcla de hojas verdes. Puedes aliñarla con una vinagreta suave, pero nosotros te recomendamos el tradicional aceite y vinagre, pues las frutas ya aportan suficiente sabor. Sal y pimienta bastarán para sazonarla.

Albaricoques caramelizados

Si eres de los que se pirran por el dulce esta original receta se va a convertir en uno de tus postres preferidos esta primavera. Ingredientes: 100 gr de azúcar, 150 ml de nata, 3 albaricoques por persona. El secreto de esta elaboración es conseguir un buen caramelo. Para prepararlo ponemos en un cazo profundo el azúcar con un chorrito de agua. Cuando adquiera es tan característico color tostado y esté burbujeante añadimos, con cuidado, la nata para montar a temperatura ambiente. Observarás como subirá y burbujeará hasta convertirse en un espectacular toffee. Añade una pizca de sal para conseguir un increíble contraste de sabores y reserva hasta que esté a temperatura ambiente. Mientras tanto pasa los albaricoques partidos por la mitad y sin hueso por una plancha o sartén hasta que se doren y adquieran una textura firme pero no dura. Emplata tres en cada plato y baña con las salsas de caramelo. Si acompañas esta preparación con helado de mantecado, se te saltarán las lágrimas.