Es indudable que las fiestas navideñas y más concretamente, la cena de Nochevieja requiere de menús especiales, dignos de tan entrañables y tradicionales celebraciones. Pero, lo que no es un dogma inquebrantable es que sea necesario marisco, ibéricos, solomillos o foie para preparar unas recetas a la altura de tan destacadas fechas. Con un poco de imaginación, dedicación y cariño, encontraremos opciones mucho económicas, con las que crear platos vistosos, deliciosos, saludables y asequibles para cualquier bolsillo. Como muestra, los productos que os recomendamos a continuación, con los que podréis crear menús sofisticados y exquisitos.
Solomillo, cochinillo, cordero lechal…parece que solo si recurrimos a estos productos podremos elaborar una receta digna de tan señalado día, pero nada más lejos de la realidad. El sencillo, sano y delicioso pavo puede ser una opción más que digna para la última cena del año. Baja en grasa, moderada en calorías y muy rica en proteínas, esta carne puede transformarse en un delicioso asado. Tanto si optas por un acompañamiento más contundente, como unas patatas en rustidera, como si eliges un salteado de verduras o una ensalada, el éxito está asegurado.
Es el secreto mejor guardado de los carniceros, pero, si tienes alguno de confianza, seguro que puedes conseguir este denominado “solomillo del pobre”. Se trata de una pieza extraída de la zona superior de la paletilla, con menos riego sanguíneo que el solomillo, lo que hace que haya quien incluso lo prefiera por su sabor más delicado. Una perfecta alternativa al tradicional selecto corte, con un coste mucho más barato.
Su precio más que razonable no debe llevarnos al equivoco de creer que se trata de un producto de segunda categoría. De hecho, es uno de los ingredientes estrella de la gastronomía italiana. Se obtiene del jarrete de la ternera. Un corte trasversal que va desde la pantorrilla hasta la corva de la res, que se sirve en rodajas gruesas y sin deshuesar. Se puede cocinar en un estofado o al horno y siempre quedará sabroso y super jugoso.
Los tradicionales pescados como la lubina o el besugo, habitualmente caros, este año están por las nubes. Así que, si no quieres hacerle un buen roto a tu presupuesto, te proponemos una sabrosísima y mucho más económica alternativa: el bacalao. Este pescado blanco es super versátil y se adapta a diversas elaboraciones. Si no quieres renunciar a un buen pescado al horno esta Nochevieja sin tener que realizar un gran desembolso de dinero, ésta puede ser una gran opción.
Si el pescado está desorbitado el marisco es casi inalcanzable. Pero, si no estás dispuesto a renunciar al sabor a mar en tu menú navideño, los langostinos pueden ser una alternativa más que digna. Los puedes encontrar frescos o hervidos, con una calidad fantástica y a precios muy razonables. Su sabor y textura nada tienen que envidiar a las ostras, las gambas, los centollos o los percebes.
El caviar se ha convertido en un lujo inasequible para la mayoría de los mortales, pero existen opciones en el mercado que se aproximan bastante a su sabor, textura y calidad, sin que tengas que comprometer el presupuesto para alimentos del resto del año. Entre estos productos, las huevas de trucha o de salmón pueden ser los que más se asemejan en textura y salinidad al exquisito caviar ruso o iraní.
Los productos ibéricos y más concretamente el jamón de bellota, se han convertido en uno de los aperitivos estrella de toda celebración que se precie. Pero, si este año vas corto de presupuesto, te asombrará el delicioso sabor y textura de una buena cecina de León. Elaborada a partir de los cuartos traseros del ganado vacuno, aporta un aroma ligeramente ahumado y salado y su consistencia es muy similar a la del jamón. Si lo sirves con un poco de pimentón dulce y un chorrito de aceite de oliva virgen extra, el éxito está asegurado.
Este producto es mucho más que una fruta para postre. Además de tener grandes propiedades nutricionales y numerosos antioxidantes, su color y forma son muy vistosos y pueden dar un toque original y sofisticado a cualquier plato. Unos granos de granada transformarán cualquier ensalada o canapé, en un entrante que será todo un lujo para la vista y el paladar.
Un postre ligero a base de fruta, antes de los turrones, no solo nos ayudará a digerir mejor la comida y evitará que nos pongamos ciegos de dulces navideños, sino que reducirá la factura de manera considerable. Unas brochetas o una macedonia regada con yogur y unas virutas de chocolate o frutos secos pueden convertirse en el broche de oro a la más exquisita cena navideña.
Otro capítulo que muchas veces eleva el presupuesto de la cena de manera más que considerable es el de la bebida. La buena noticia es que cada vez tenemos más opciones en nuestros mercados y supermercados, cuya relación precio/calidad es excelente. Caldos de diferentes regiones españolas de una calidad mucho más que aceptable a un precio muy atractivo. En concreto, los vinos de la Comunidad Valenciana son cada vez más premiados y reconocidos dentro y fuera de las fronteras españolas y muchos de ellos los podemos encontrar a menos de 10 euros la botella.
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