Reducir en consumo de sal es posible, necesario y tan beneficioso como dejar de fumar

Reducir el consumo de sal es tan beneficioso para nuestra salud como dejar de fumar. Así lo defiende la Fundación Española del Corazón (FEC) y otros organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud. Según la OMS, la sal favorece la retención líquidos, lo que aumenta la presión sobre las arterias y la consecuente hipertensión. Esta dolencia es, según esta organización, la causante del 62% de los accidentes cardiovasculares y del 42% de las enfermedades del corazón. Y si todavía te quedan dudas sobre los peligros de la sal, atención al estudio sobre los efectos de su consumo en Estados Unidos, publicado por el The New England Journal of Medicine. El informe recoge que una reducción de 3 gramos de sal diarios disminuiría el número anual de enfermedades cardiovasculares entre 60.000 y 120.000 casos, de ictus entre 32.000 y 66.000, o de infarto de miocardio entre 54.000 y 99.000.

Pero los peligros de la sal no acaban en las enfermedades cardiovasculares. Su consumo excesivo puede producir problemas renales, patologías óseas, esclerosis múltiple, cáncer estomacal, osteoporosis o inflamación y enfermedades autoinmunes.

6 gramos diarios como máximo

Por tanto, si queremos llevar una dieta saludable, deberíamos seguir el consejo de la OMS, que estableció en 6 gramos el consumo máximo diario de sal, cifra muy inferior a la media de ingesta del mundo que se sitúa entre 10 y 12 gramos. Conseguirlo no es ni mucho menos tarea imposible. De hecho, la sal se comenzó a utilizar para conservar los alimentos pero con los sistemas modernos ya no es necesaria y perfectamente podemos reducirla o sustituirla por especias o simplemente recuperar el auténtico sabor de los alimentos.

Reducir el consumo de sal es una tarea que requiere del esfuerzo de todas las partes implicadas: los organismos públicos, la industria y el propio ciudadano. Pero comencemos por el final, porque cada uno de nosotros podemos tomar medidas como cocinar sin sal, retirar el salero de la mesa o comprar productos bajos en sal. Además te proponemos unos consejos que te pueden ayudar a seguir el consejo de la OMS:

Si por ahora no ves posible eliminar completamente la sal, comienza por reducir sus cantidades.

Opta por menús compuestos de comidas frescas, en las que tú puedes controlar los niveles de sal.

Si retirar el salero de tu mesa puede suponer un cisma familiar, prueba a sustituir su contenido por sal sin sodio.

Las hierba, las especias o los cítricos pueden ser buenos sustitutivos de la sal e incluso potenciar todavía más el sabor de tus preparaciones.

Da un voto de confianza a los alimentos bajos o libres de sal. Ten en cuenta que los productos “libres de sodio” contienen un 100% de cloruro de potasio, mientras que los “bajos en sodio” combinan un 50% de sal de mesa con un 50% de cloruro de potasio.

Y precisamente, sobre este último consejo, desde la Cuina tenemos mucho que decir. Nuestro último lema “la Cuina te Cuida” no es un simple eslogan publicitario, es una convencida apuesta y un firme compromiso con un consumo más sano, más activo, más moderno y de más calidad. Productos como nuestras salchichas Viena o las de pollo o pavo, no sólo están libres de lactosa y contienen un 30% menos de grasa sino que además han reducido en un 25% el contenido de sal. Y todo con ingredientes de primerísima calidad y con un delicioso sabor.