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Consejos para disfrutar de un picnic perfecto

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¿Te apetece disfrutar del buen tiempo, la naturaleza y una fantástica comida con la familia o los amigos? Pues estás de suerte porque hoy, 18 de junio, se celebra el día Internacional del Picnic y en La Cuina no creemos que haya mejor manera de celebrarlo que haciendo precisamente eso: ¡yéndonos de Picnic! Pero, por si todavía no estás convencido de acompañarnos, te vamos a dar algunas razones de peso para que no te puedas negar a coger cesta y mantel y escapar de la ciudad.

Un picnic es una excusa perfecta para disfrutar al aire libre, salir de la rutina, cambiar la luz artificial por la natural y deleitarte con la brisa, los aromas y los colores de las impresionantes vistas que nos ofrece la naturaleza. De hecho, una de las ventajas del picnic es su gran versatilidad, ya que puedes ir donde quieras: el campo, la playa, la montaña, el río o incluso una piscina o un parque cercano a tu casa.

 

El cuándo tampoco es un problema, ya que desayuno, comida, merienda o cena pueden ser el momento idóneo para disfrutarlo. Y en cuanto al cómo, solo depende de ti, ya que admite desde la opción más sencilla hasta la más sofisticada o romántica.

 

Así que, si ya te hemos convencido, sólo te toca decidir dónde, cómo y qué comida llevar. Lo primero es encontrar el lugar perfecto: a tres días de estrenar el verano te aconsejamos que busques un entorno cercano al agua. La playa, un río, un pantano o una piscina son las mejores opciones, ya que podrás refrescarte si el calor aprieta. También la montaña o una zona con árboles donde resguardarte del sol pueden ser lugares perfectos para tu picnic. Y si prefieres algo más cómodo que tradicional mantel en el suelo, también hay muchas zonas habilitadas con merenderos e incluso barbacoas.

 

¿Qué comemos?

Lo mejor sería aperitivos, sándwiches o bocadillos que no necesiten utensilios. Si ésta es tu elección, no nos resistimos a animaros a probar los deliciosos fiambres de La Cuina: pechuga de pollo, cabeza de cerdo, cabeza de jabalí con pistachos o cabeza de jabalí ibérico con trufa y pistachos, o incluso con algunos de nuestros patés. Estos son solo algunas de nuestras deliciosas variedades. Pero si queréis complementar vuestro picnic con algo más elaborado, también os podéis llevar platos, cubiertos y vasos, a ser posible de cartón o reciclables. Entre las posibles comidas, a parte de las ya mencionadas, una buena tortilla de patata, filetes empanados, ensaladilla rusa (nunca con mayonesa casera), croquetas o empanadillas pueden ser unas opciones perfectas. También hay quien no puede vivir sin las ensaladas pero, cuando el calor aprieta, un buen gazpacho puede resultar perfecto. Como postre, lo mejor fruta cortada dentro de una buena nevera bien cargada de hielo. Y lo último pero no lo menos importante, la bebida. Siempre abundante y bien fresquita, así que de camino al picnic carga tus neveras con abundante hielo.

 

Compañeros indispensables

 

  • Un mantel grande que no sólo nos servirá para poner la comida sino también para sentarnos. Eso sí, si vais con personas mayores deberíais llevar también alguna silla plegable. Seguro que os lo agradecen.
  • Un cuchillo o navaja multiusos. Nos puede ser muy útil en diferentes situaciones pero nosotros lo aconsejamos especialmente si tenéis que cortar queso o fiambre, pues así se conservará mucho mejor.
  • Protección solar. No deberías salir de casa sin gorra, sombrero y abundante crema solar con protección alta. Y si el lugar elegido no tiene sombra natural donde guarecerse, una sombrilla es casi imprescindible.
  • Contra los “acompañantes nos invitados” como mosquitos, arañas o medusas, también es aconsejable llevar calmante para picaduras. Y por si tenemos algún pequeño percance, podemos meter en la mochila barritas calmantes para golpes, algún desinfectante para heridas y tiritas o esparadrapos.
  • Seguramente el lugar elegido baste para pasar una jornada inolvidable pero, si vais a estar mucho tiempo, también podéis llevaros cartas, balón, palas o, por qué no una guitarra.

 

Y un último consejo o mejor, un ruego: por favor ¡dejad todo tal como lo habéis encontrado!

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