Ocho tendencias que marcarán nuestra forma de alimentarnos en 2024

Si por algo se caracteriza la alimentación en las últimas décadas es por los contrastes. Al tiempo que prolifera la nutrición Healthy crece de manera imparable el consumo de ultraprocesados. Estamos comprometidos con el medio ambiente pero cada vez encontramos más alimentos envasados en plástico. Y mientras los productos “Km 0” ganan cada día más adeptos, los ingredientes gourmet, venidos de la otra punta del mundo, están cada vez más presentes en nuestras cocinas. Aparentes incoherencias que también dividen a la sociedad entre unos privilegiados, que tienen acceso a los productos más saludables y de mayor calidad y otros con menor capacidad adquisitiva que tienen que conformarse con alimentos de calidad muy inferior. Todos estos contrastes o aparentes contradicciones se reflejan claramente en las tendencias que marcarán nuestra alimentación en 2024:

1. Cocina “plant-based”

O lo que es lo mismo, la cocina basada en vegetales. Y es que pocos dudan que una dieta a base en alimentos de origen vegetal es sinónimo de salud y bienestar. Es por ello que esta tendencia ha traspasado las costumbres de vegetarianos y veganos para formar parte de la alimentación de todos aquellos que quieren mantenerse saludables. Por tanto, los alimentos de origen vegetal no procesados van a seguir marcando tendencia en 2024. Desde los integrales, a los sustitutivos del trigo, como el sarraceno u otros, o las alternativas veganas a los quesos o embutidos, las hamburguesas vegetales, las harinas de legumbres y los productos de cuarta y quinta gama, que enriquecen la dieta de quienes optan por la cocina a base de plantas.

2. Alimentos “sin”

La proliferación de alergias e intolerancias ha hecho de los alimentos “sin” una de las tendencias que vienen pisando con más fuerza. Productos sin gluten, sin lactosa, libres de proteína de vaca, sin azúcares añadidos y ahora, sin fructosa. Todos ellos se han convertido en una alternativa para muchas personas que, hasta ahora, veían su dieta e incluso su vida social muy limitada por la falta de este tipo de productos en mercados, super mercados, panaderías o restaurantes. Eso sí, el precio de estos productos sigue siendo mucho más elevado que los originales.

3. Alimentación personalizada

La preocupación por la salud y por qué alimentos nos ayudan a conservarla se ha traducido en el auge de la nutrición personalizada. Gracias a la investigación en genómica o la micro y macrobiota, podemos ajustar la dieta a cada individuo para conseguir que, no solo se mantenga saludable, sino que también se optimice su bienestar. La integración de monitores de glucosa, ha llevado esta tendencia al siguiente nivel, proporcionándonos datos precisos que nos permiten diseñar una alimentación totalmente personalizada y muy efectiva.

4. Alimentos Healthy

Aunque ésta no es una tendencia nueva, lo cierto es que la alimentación healthy se consolida año tras año y cada vez gana más adeptos. El consumo de probióticos, la popularización de infusiones sin teína, los alimentos eco o la aparición de snacks y tentempiés saludables es un hecho, cada vez más presente en nuestra alimentación. Esta preocupación por la comida sana también ha dado lugar a la generalización de nuevos métodos de cocción y cocinado. Los fritos han sido sustituidos por productos horneados, al vapor o cocinados con aire a altas temperaturas. Las freidoras de aire se han convertido en el electrodoméstico indispensable y no hay influencer o joven estrella de los fogones que no hable maravillas de ellas e inunde las redes con recetas en airfryer.

5. Hierbas y flores

Su impacto visual ha hecho que flores y hierbas pasen de los menús de los restaurantes con estrella Michelín a las cocinas de nuestras casas. Más allá de su sabor, elaborar recetas con este tipo de ingredientes tiene mucho que ver con nuestro anhelo de vivir más pegados a la naturaleza. De hecho, esta tendencia también está muy relacionada con el auge de los huertos urbanos o la afición a sembrar en nuestras terrazas o jardines plantas o flores que podemos comer.

6. Nutrición basada en la Inteligencia Artificial

La Inteligencia Artificial ha llegado a casi todos los ámbitos de nuestra vida y la alimentación no iba a ser la excepción. Su aplicación en el diseño de plantes nutricionales y en la generación de nuevas ideas sobre recetas es una tendencia emergente e imparable. Gracias a logaritmos avanzados, las aplicaciones de IA pueden analizar datos personales, preferencias alimenticias u objetivos de salud para diseñar planes nutricionales adaptados a las necesidades de cada individuo. Al mismo tiempo, pueden ofrecer sugerencias sobre recetas adaptadas a las preferencias de cada comensal y a sus requisitos nutricionales, facilitando la planificación de los menús y la efectividad de los mismos, según los objetivos de cada persona.

7. Gastronomía circular

La protección del medio ambiente y la preocupación por el cambio climático ha tocado las conciencias, no solo de los restauradores, sino también de los productores, distribuidores y cómo no, de los consumidores. Reciclar, reducir los residuos y utilizar los restos para elaborar otros platos o darles otro ciclo biológico son tendencias cada vez vas arraigadas en la sociedad actual, que se trasladan a nuestras cocinas y nuestras mesas. Del mismo modo, la necesidad de proteger nuestro entorno, tiene mucho que ver con la búsqueda de alimentos de proximidad y origen local, los conocidos como “Km 0”, cada vez más demandados por los consumidores.

8. El lujo

Aunque parezca una incoherencia, mientras el precio de la cesta de la compra alcanza récords históricos y muchas familias llegan con dificultad a fin de mes, el consumo de productos de lujo sigue creciendo de forma constante. Alimentos que antes estaban reservados solo para las élites más pudientes, como el caviar, las ostras y el marisco en general, amplían mercado en todo el mundo y se consumen habitualmente en muchos hogares.